lunes, 2 de junio de 2008

Valor añadido


La experiencia ha sido fantástica. Descubrir las caras de los lectores pasados, presentes y futuros, recibir directamente el feedback y las esperanzas depositadas en la lectura y descubrir momentos muy divertidos y sorprendentes.

Sin duda la feria del libro se ha convertido en una acción imprescindible para cualquier autor que se precie. Pero donde muchos ven una obligación yo he descubierto una auténtica oportunidad.

Es cierto que era mi primera feria del libro y que estrenarse en Madrid, ante miles de transeúntes supongo que tiene sus ventajas, pero también sus inconvenientes porque firmar entre Luis del Val, Almudena Grandes, Sánchez Dragó, Gala o Pérez-Reverte impresiona y empequeñece a un servidor.

Es evidente que el autor recibe momentos que son indescriptibles e irrepetibles, como aquella señora que se había leído mi primer libro y cogía "los tacones de oz" esperando encontrar "otro libro mágico". O como el médico octogenario que recordaba el estreno de "El Mago de Oz" con devoción y admiración. Las compras de varios padres para sus hijas o la de un directivo para sus compañeros de equipo fueron igualmente momentos entrañables.

Gracias a todas las personas que compraron un ejemplar.

Pero ¿por qué se firman los libros? Cuando vi varios ejemplares de otros autores en los que ponía "con cariño...X" me dio un poco de tristeza. La firma de un autor debe convertirse en un valor añadido para el ejemplar, en algo único. Puedes inspirarte en la sonrisa del cliente, en las palabras que has compartido, en lo que te h transmitido... Eso lo convertirá en algo personal.

Pensando en esto anoche tras terminar mi segundo día de firmas, me di cuenta del paralelismo, una vez más entre la consultoría y el coaching. Mi firma no es una receta única y magistral, no me gustaría que se convirtiese en un garabato frío y sin esencia válido para cualquier lector. Mi dedicatoria debe ir un poco más lejos, intenta captar la esencia del lector o algún recurso que anime y haga único ese momento.

Espero que éste haya sido el principio de muchas firmas (volveré a estar en la caseta 257 el próximo Viernes 13 de 17.00 a 21.30) Espero compartir una tarde de risas con Carolina Miyata (de la que hablaré extensamente otro día) Y espero por supuesto, encontrarme contigo para poder imprimir un poco de valor añadido en nuestra relación, yo intentando crear una dedicatoria única y tú haciéndome disfrutar de un gran momento de intercambio de intenciones.

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