sábado, 28 de junio de 2008

Cosas que hacer en Madrid


Semana intensa emocionalmente, con muchas alegrías y algún que otro desengaño, pero toda llena de momentos enriquecedores.

Es hora de descansar y lo mejor para ésta semana es o disfrutar de Rock in Rio o de las increíbles obras de Rodin que están de visita por la capital.

RODIN. EL CUERPO DESNUDO

Carnalidad y erotismo
La muestra 'Rodin. El cuerpo desnudo', con más de 30 esculturas y 90 dibujos, revisa la relación del gran escultor parisino con la figura humana.

Otra vez Auguste Rodin en la Fundación Mapfre, pero en esta ocasión la muestra apunta a la relación del gran escultor francés con el cuerpo desnudo visto desde dos discursos paralelos: uno relatado a través de las esculturas y otro a partir de los dibujos. Son dos historias diferentes, inevitablemente conectadas, que cuentan cómo un gran artista transformó para siempre la representación del cuerpo humano. La exposición está realizada en estrecha colaboración con el Musée Rodin de París y está compuesta por treinta y tres esculturas y noventa dibujos que se presentan por primera vez en Madrid, incluyendo las famosas esculturas La edad de bronce, El beso, Manos de amantes, La avaricia y la lujuria o Balzac, entre otras piezas fundamentales de la escultura moderna. Rodin es, sin duda, el escultor que marca la transición entre los grandes talleres clásicos y las vanguardias históricas, y en ese sentido su obra abre nuevos caminos en la representación del desnudo.
Rodin es el escultor de la voluptuosidad. Introduce en sus obras el deseo e incluso la obscenidad, alterando siglos de una representación clásica siempre fría y desmaterializada. Una de las primeras cuestiones que llaman la atención en los desnudos de Rodin es que, en general, carecen de tema y el desnudo se expresa en sí mismo, con toda su carga energética, sin necesidad de disfrazarse de "diosa de la mitología" para ser aceptado por una sociedad bienpensante. Rodin elimina la narratividad de sus desnudos para resaltar la carnalidad o el erotismo de los cuerpos. Las superficies se convierten entonces en punto de encuentro entre el empuje interno de la obra y la mano del artista.

En cuanto a su faceta como dibujante, Rodin se inicia tarde, cuando ya ha cumplido 60 años, pero se entrega a ello de forma obsesiva. Observa a las modelos que pasean desnudas por su taller, plasma sus movimientos sin despegar la vista y, en una fase posterior, retoca los esbozos con toques de aguada. La muestra recupera estas obras con los marcos originales que diseñó el propio Rodin.

¡Disfruta del fin de semana!

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