Siguiendo con la idea de escribir estudios o conclusiones que otros profesionales han realizado para convertir el blog en una herramienta plural y con diferentes visiones del liderazgo, hoy me hago eco de un artículo denominado "decálogo de un buen directivo" publicado en areaRh.
Siempre nos hacemos la misma pregunta, ¿reunimos todas las cualidades necesarias para ser un buen directivo? En los tiempos que estamos, las competencias directivas son un bien muy apreciado por todos, y estamos en la labor de intentar poseer todas las que seamos capaces de desarrollar. Ya no es tan valorado, tener un buen balance de conocimientos, se necesitan tener un bagaje profesional amplio en el que se hayan desarrollado habilidades directivas, estando estas bien equilibradas en la persona. Vamos a enumerar las diez mejores competencias que según nosotros, debe poseer toda persona que accede a un puesto directivo en toda organización.
1.- Comunicador.- El directivo ha de ser capaz de comunicar el objetivo empresarial, asumiendo este papel, y siendo vital en épocas de conflictos.
2.- Trabajo en equipo.- Habrá de ser creador y director de equipos de trabajo, preocupándose del equipo que lidera.
3.- Resolución de conflictos. La toma de decisiones para resolución de problemas debe abordarse de manera positiva y con proactividad.
4.- Liderazgo. Hay que ser la cabeza visible de las organizaciones, utilizar el poder que no dan las organizaciones para llevar a cabo proyectos adelante, aplicando toda nuestra sabiduría.
5.- Creatividad. Tener visión de negocio, saber innovar, tener capacidad de lograr beneficios, logrando incrementar la competitividad de las empresas, siempre observando lo que el cliente demanda.
6.- Flexibilidad. Debe tener capacidad de adaptación al medio y al entorno, en los diferentes niveles en que se mueve, y poder reaccionar ante situaciones nuevas.
7.- Negociador. La negociación es el pan nuestro de cada día, es un elemento imprescindible que estamos aplicando a largo de nuestra actividad profesional.
8.- Integridad. Ser una persona honesta, que transmita confianza a los empleados, con la que se fortalecen los vínculos de los empleados con la empresa, haciendo unidad en la organización.
9.- Sensibilidad. Hay que dar un giro a la práctica dictatorial y hacer más humano el trato hacia los colaboradores, tener educación, sentido común, ayuda sobremanera en las tareas de dirección de empleados.
10.- Aprendizaje Ayudar a impulsar el aprendizaje de la organización y de todos los componentes de la plantilla. Tener la capacidad de aprender de las situaciones que se producen la empresa, evolucionando con estas.
martes, 24 de junio de 2008
Decálogo de un buen directivo
Publicado por
Rubén Turienzo
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