Perdonen que no me levante

Todos sin excepción nos merecemos un descanso de vez en cuando, no importan el tipo de trabajo que realicemos, pero una pausa bien aprovechada sólo nos hace bien.

Es imposible en los tiempo que vivimos el poder tener todas las tardes un par de horitas para dedicarlas a nosotros mismos, si no es así te felicito, eres un gran afortunado o afortunada; pero como eso no es lo normal, allá van unas cuantas ideas para poder, por lo menos una vez a la semana, desconectar de la rutina y el estress.

Lo ideal sería poder irnos a un spa una vez a la semana, a tomar baños, masajes,.... pero claro eso supone un presupuesto algo disparado para la mayoría, así que si quieres:

En primer lugar escoge un día de la semana, a ser posible por la tarde, y aseguraté de que alguien se puede hacer cargo de los niños (en caso de que los tengas) y del teléfono (que seguro que sí lo tienes).

Llena tu bañera con agua bien caliente, echa en ella sales, aceite, espuma de baño,... lo que más te guste, pero es importantísimo que desprenda un olor que te resulte agradale; por último un buen chorro de agua fría que hará que el baño se empañe, buenísimo para relajarse y descongestionarnos.

Unas cuantas velitas repartidas por el baño, siempre teniendo en cuenta no ponerlas cerca de cosas que se puedan quemar por favor, no tengamos un disgusto.

Música relajante de fondo, sin cables a ser posible si no siempre que venga de fuera del baño.

Sumérgete hasta que te arrugues, dejándote llevar por el aroma, y la música de fondo, cierra los ojos y siente todo tu cuerpo, trasládate mentalmente a un lugar que te guste, (playa, montaña,...)

Cuando vayas a salir, date una ducha tibia.

Una buena crema hidratante o nutritiva según tu tipo de piel hará el resto.

Visteté con ropa amplia y cómoda pero favorecedora, no hay nada que anime más que verse guapo y guapa, aun cuando no se va a salir y se está en casa.

Como aún tendrás un poco de tiempo, llama a ese amigo o amiga con quien nunca tienes tiempo de hablar y contaros la vida.

Recuerda en el sofá todos los pasos que has seguido para sentirte así de bien.

Probadlo y me contáis, ya veréis que bien os sienta.

Yo me he merecido el descanso en un día como hoy, en el que tras un maratón de escritura y de no salir de casa, estoy comenzando por fin, a organizar mis vacaciones.

Pero no os preocupéis, mañana volveré con cosas de esas que os interesan.