Estoy profundamente concienciado con mi libertad. Creo en ella y la alimento cada día. Eso no significa que me muestre indiferente ante los compromisos o que, como a algunas personas les gusta sugerir, tengo miedo a las relaciones de larga duración, ya sean profesionales o personales.
Estoy profundamente convencido de que si preguntamos a quien nos rodea que qué le gustaría conseguir, lo primero que contestaría seria la felicidad, pero también creo que al desarrollar esa felicidad, casi todos aluden a la libertad, ya sea de tiempo, de compromisos... Entonces...¿Porqué es tan criticada?
Creo sinceramente que las personas que más critican a los entes libres lo hacen desde el deseo reprimido. Alguna vez, esas mismas personas intentaron disfrutar de una libertad similar, pero o bien les dio miedo dar el paso definitivo o no supieron establecer realmente su estructura libre. Así nos encontramos con personas que viven en trabajos que no les hace felices o en relaciones pesonales que les hacen daño, sólo por el hecho de sentirse estable.
Hay personas que soportan y ceden a parte de su felicidad porque creen que les compensa... ¡Qué triste! Vivir en la mediocridad y el conformismo por no arriesgarse realmente a disfrutar de la libertad. Y lo peor, intentan desacreditar con insultos y desprestigio que tu forma de vivir no es la correcta, incluso es cruel y egoista sólo porque no accedes a sacrificar tu libertad.
Lo que no entienden es que tú eres libre y puedes disfrutar de todo lo que te ofrecen y aprovechándose de todo tu talento, mantener una relación sana, pura y sin ningún tipo de cadenas obligatorias. Vivir en la libertad no es seguro y eso les hace dudar e incluso increpar tus decisiones.
La libertad es lo que tiene, que no te da seguridad y garantías externas. La seguridad y la garantía la fabricas tú a cada paso. Tú haces que tu trabajo sea el mejor y si no puedes modificarlo, cambias. Tú haces que tus relaciones personales sean cada vez más solidas y estables, alimentas día a día aquellas que te motivan y por supuesto, eliminas aquellas que te dañan. Tú eres el creador de tu libertad.
Un ente libre no significa que deba ser solitario, simplemente que es dueño de su tiempo y de sus acciones. Incluso de las obligaciones propias de una organización o una relación. Ser un ente libre te convierte en un agente proactivo que desea que cada día al irse a la cama, se haya avanzado un paso para ser más feliz.
Mi libertad me hace tener a muy buenos amigos, gente noble y fiel que sabe que estoy ahí siempre que lo necesiten. Mi libertad me hace compartir mi vida con personas que me quieren y a las que yo quiero. Me molesta profundamente que intenten arrebatarme una pizca de mi libertad, porque esa libertad soy yo. Así disfruto de Joaquín, Javi, Alex, Diana, Zelenia, Antonio, Helena, Iván, Torre, Borja, Bea, Gemma, Elena, Jaime, Vanessa, Leticia, Francesc... algunos amigos, otros compañeros, todos entes libres.
Si vienes en son de paz, serás bien recibido. Yo por mi parte, prometo respetar tu libertad.
martes, 6 de mayo de 2008
Cazadores de libertad
Publicado por
Rubén Turienzo
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario