martes, 1 de abril de 2008

Ponte en mis zapatos




"Intenta ponerte en mi lugar"

Cientos de veces escuchamos esa frase sin entender realmente el significado de dicha sentencia. No es una justificación, no es un recurso fácil, es una llamada de atención.

Somos lo suficientemente indivudualistas como para creernos el ombligo del mundo tantas ves que no somos capaces en ocasiones de medir a las personas que nos rodean con otro prisma que no sea el nuestro.

Debes pensar que las emociones latentes en otra persona conllevan una serie de actuaciones que predestinan el resultado final de dicha operación. Nuestra labor o correcta actuación pasaría por conocer exactamente cómo se siente y por lo que está atravesando nuestros compañeros para saber exactamente quien es la persona más idónea en cada caso para llevar una delegación.

Es por eso que debemos incentivar la política de feedback y exponernos a las opniones de quienes nos rodean.

Un ejercicio práctico que puede venir bien para comprender la empatía consiste en lo siguiente:

Escoge a alguien de tu confianza y cuéntale sin voz, un problema que te preocupa. Pero hazlo sin volumen. Es decir, sin que tu boca emita ningun sonido, aunque muevas los labios, no debes proyectar tu voz.

No se trata de un ejercicio de mimica, el mensaje no importa. Lo importante es intentar ser capaces de entender los sentimientos que la otra persona quiere proyectarnos.

Poco a poco y según desarrollemos esta habilidad podremos estar más preparados cuando alguien nos pida "ponernos en sus zapatos"

www.rubenturienzo.com

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