¡Ya ha llegado el viernes! Momento para disfrutar de todos los sabores y colores. Me encantan los caramelos y creo que en ocasiones, en mi caso en muchas ocasiones, seguimos siendo como niños pequeños deseosos de conseguir un dulce extra. Un premio por nuestro buen hacer.
Creo que ésta actitud es sana y totalmente recomendable. Debemos desear y buscar nuestro caramelo. Nuestro pequeño trofeo por una semana de duro trabajo. Puede ser un Petazeta, un tigretón (aunque yo siempre fui mas de phoskitos), o el helado más maravilloso que jamás se ha inventado. Y no es el que me tomo en HD de Rosales cada vez que tengo ocasión. Me refiero al increíble Drácula.
Pero si tu conciencia o salud no te permite disfrutar de estas gloriosas fuentes de calorías sin remordimientos, enfoca el deseo en otros trofeos. Una sesión de masaje, un cine, un paseo por tus calles preferidas... Eso será el caramelo con el que te premies cada viernes cuando por fin, hayas comprobado que has cumplido con tus expectativas.
Pero no debemos esperar que nos lo den. Debemos otorgárnoslo nosotros mismos. Esa filosofía nos ayudará a sentirnos mejor con nuestro trabajo realizado, dotará de valor el sacrificio y compensará los estados anímicos carenciales (como el Pharmaton complex). Es generar una política de compensación, de reconocimiento y de premio, pero basándolo en la autoexigencia. Pero recuerda que no debe ser un gran regalo o algo costoso. Es simplemente un símbolo por el cuel te estás diciendo ¡hey Rubén, esta semana lo has hecho bien, disfruta de tu premio!
Yo hoy viernes y gracias al intenso trabajo que he llevado a cabo esta semana me premiaré con la lectura del cómic de Batman "silencio", un paseo por la latina y un cine... creo que ésta semana me lo he ganado ;) Buen fin de semana.
www.rubenturienzo.com
viernes, 18 de abril de 2008
Lollipop taste
Publicado por
Rubén Turienzo
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