jueves, 20 de diciembre de 2007

Sigue al conejo blanco




Para todos los amantes del cine, Matrix supuso una bocanada de aire fresco. Una revolución visual que, sin duda, cambió nuestra perspectiva sobre las películas de acción.

Sin embargo, cada vez que veo o recuerdo esta película repaso mentalmente lo que significó para mí. No basta con tener un buen puesto o un cargo que nos agrade, debemos estar formados y prepararnos para ser los mejores en él.

En esta cinta, Neo es un administrativo fan de los ordenadores que sospecha que algo no va bien en el mundo que le rodea. Una tarde, recibe un mensaje intrigante en su ordenador: «Sigue al conejo blanco». Tras armarse de valor, decide seguir la orden del mensaje y se encuentra con Trinity, una guapa joven, en una discoteca. Ella le explica que tiene todas las respuestas a sus enigmas. Minutos después y tras ver cómo Morfeo, el jefe de la resistencia, despierta a Neo de su realidad artificial, lo siguiente que nos muestra es a un joven en el que están descargando, literalmente, cientos de programas formativos; artes marciales, armamento o dirección de equipos. Eso le convertirá en el mejor. No basta con ser El Elegido, debemos saber ser y responder como tal.

A menudo vemos en nuestro entorno jefes de departamento, compañeros o colaboradores que tienen descontentos a sus trabajadores o clientes. En ocasiones vemos que sufren estrés y que su calidad de vida empeora una vez alcanzado su ansiado puesto laboral. Pero, ¿qué es el estrés? La necesidad de cumplimiento de horarios y tareas donde lo que se exige es mayor a las capacidades del trabajador, estimula la aparición del estrés que, lejos de mejorar el rendimiento de la persona, lo empeora y elimina todo sentido de auto-superación.

No obstante, está demostrado que esa exigencia superior no suele venir dada por las capacidades técnicas de la persona, es decir, en la mayoría de los casos, todo se reduce a la sensación personal de que no podemos con todo.

Es ahí donde recuerdo a Neo la primera vez que le dicen que es El Elegido. Su carga es brutal, la sensación de no poder corresponder o de fallar le abruma. Sólo cuando está realmente preparado y se hace consciente de la situación consigue relajarse y desempeñar eficazmente las funciones que se esperan de él. Incluso más.

Ahora imagina que tú eres Neo, ocupas un puesto del que, sin duda, hay alguien que espera algo de ti. Quizá creas que ya es tarde, quizá tu soberbia te ciega o quizá simplemente nunca te lo habías planteado; pero, créeme, serías mucho más efectivo y disfrutarías más de tu vida si consigues descubrir qué habilidades te faltan y te limitas a formarte en ellas y desarrollarlas.

Por suerte sólo se tratará de gestionar mejor tu agenda, aprender a dirigir de una manera más eficaz las reuniones o potenciar la comunicación en tu empresa, imagina que sería de ti si te exigiese pilotar helicópteros, saber artes marciales o hablar taiwanés.

Tú eres el elegido, sólo debes seguir tu conejo blanco y prepararte para ello.

www.rubenturienzo.com

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