viernes, 14 de marzo de 2008
La bola extra
Ayer terminaba mi post con una frase que hacía referencia a una canción que nombra, de una manera afortunada, el ultimo disco de Los Ronaldos.
Aunque a la mayoría de gente joven el nombre de Ronaldo le suene a futbolista casi retirado, los que vivieron los ochenta o han tenido la oreja atenta a años pasados saben que el nombre ya era famoso hace cuatro lustros. En plural, eso sí. Los Ronaldos son una de esas bandas que marcaron el panorama musical español durante el final de la década de las hombreras y que nos abandonaron durante los noventa sin muchas explicaciones. Afortunadamente su adiós no ha sido perpetuo y ahora hemos tenido una ocasión para revivir los éxitos que tantas veces sonaron en una cinta de cassette.
Un año y medio de conciertos que ayer terminaba en Madrid, en un concierto genial que tuve el privilegio de asistir. "La bola extra".
Pero quedémonos con este concepto. En esta canción, el grupo madrileño dice: "Cuántas partidas y cuántas salen malas... Quizás la vida te de una bola extra, puede ser que al final no te vaya mal."
Haciendo referencia a la metáfora de las máquinas de pinball, la letra explica muy gráficamente cómo deberíamos aprovechar esas oportunidades que la vida nos va ofreciendo y que, en la mayoría de las ocasiones, desaprovechamos.
Haciendo uso de esa metáfora, me permito añadir un pequeño detalle. La bola extra nos la ganábamos. Tenías que alcanzar una puntuación concreta o derribar un numero de fichas. Eso provocaba que ganaras una bola extra que aumentaba las tres bolas iniciales.
En la vida, es exactamente igual. No podemos conformarnos con que los planetas se alineen y se den las circustancias concretas para que el escenario se repita. Debemos trabajar y provocar que ocurra.
No te lamentes de la "bola" perdida. Haz por ganar tu "bola extra".
Por cierto, el concierto fue genial. Mucha gente saltando y gritando al ritmo de canciones míticas como "Adios Papá", "Guardaló", "Sí, sí" o "Sabor salado". Me tuve que ir con dos lizipainas a la cama intentando que en las reuniones de hoy no se notase demasiado mi afonía.
¿Y la importancia de asistir a un acto como este? ¿Cómo nos ayuda descargar adrenalina un concierto? ¿Y lo sano que es gritar al coro de miles de personas? ¿Y la importancia de saciarte emocionalmente en un evento de estas características? ¿Y lo necesitados que estamos de vivir algo asi y lo beneficioso que es?
Todo esto lo contestaré proximamente cuando vaya al concierto de Jamiroquai y de Franz Ferdinand. Hasta entonces... ¡salid, disfrutad y pasad un buen fin de semana! :)
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Publicado por
Rubén Turienzo
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