viernes, 18 de enero de 2008

¡Tierra trágame!




¿En alguna ocasión han tenido que hablar en público? ¿Dar un discurso, una conferencia, presentar un proyecto, brindar por los novios?
Conozco a muchas personas que la sola mención de tener que hablar en público ya les provoca cierto estado de pánico. En cierta medida, es comprensible.

Aún recuerdo mi primera clase, pero sobre todo, los días previos; la preparación, los nervios,.. Al final, no fue para tanto y en ello sigo.

Pero, en términos generales, ¿Por qué nos da miedo hablar en público?
Por lo desconocido.

Nos da miedo todo aquello que no conocemos. Pero cuando empezamos a conocer el proceso y el método para hablar y exponer, nuestros miedos empiezan a desvanecerse. La preparación será nuestro mejor aliado (Una buena improvisación requiere de muchas horas de preparación).
Conocer a nuestra audiencia, quiénes nos escucharán, cuál es su nivel de conocimientos.
Dónde realizaremos la presentación.
Qué medios utilizaremos.
Cuáles son las principales ideas que deseamos transmitir.
De cuanto tiempo disponemos.
Casos, ejemplos, anécdotas..
Mientras mejor preparados estemos más se reducen las posibilidades de error.
El público, como norma, no es nuestro enemigo. Es nuestro aliado.
Evite cualquier tipo de pensamiento negativo y céntrese en su presentación. En 15 años, aún no he tropezado en clase, ni me he caído, desmayado, ni nada de lo que inicialmente podríamos pensar como cosas negativas. Efectivamente, he tenido que improvisar, resolver problemas técnicos (proyectores..), públicos difíciles, pero nada que una buena preparación previa no pueda resolver.
Cuide su dicción, volumen y pronunciación y procure que su audiencia le entienda. A veces no se trata de que todo esté bien organizado y el discurso sea muy bonito; ello no sirve para nada si al final no le entienden.
En alguna que otra ocasión, estando yo como oyente, el orador ha conseguido ponerme nervioso. ¿Cómo? Pues simplemente, el orador estaba tan nervioso que lo transmitía a su audiencia. De la misma manera, un orador que transmite tranquilidad contagia tranquilidad.
Denemos documentarnos todo lo que podamos, aprender y leer sobre técnicas para hablar en público. Después, pongámolas en práctica.

No todas las personas tienen la oportunidad de dirigirse a un público. Aprovéchela.

No hay comentarios: