jueves, 31 de enero de 2008

El camino hacia la meta I





Como sabéis, mi intención en este año es hacer un seguimiento de los objetivos ambiciosos que me plantee en Diciembre para este año y hacer un seguimiento de los mismos.

Ayer, mientras me reuní con tres mujeres maravillosas que tienen la ilusión de convertirse en grandes coach y mientras mi amigo Antonio Moya presenciaba mis divagaciones, recordé la importancia de trabajar y de comunicar los éxitos.

Así que me pongo en marcha y resumo que en Enero, esto es lo que he trabajado para alcanzar mis objetivos.

OBETIV01:"Publicar el libro "Los Tacones de Oz" y conseguir como prologuista a una persona de primer orden mediático"

- He terminado de escribir la obra, y la han leído mis primeros "conejillos de indias". El resultado ha sido bastante esperanzador e ilusionante.

- Respecto al prólogo, una figura política de bastante relevancia está en proceso.

OBJETIVO2: "Publicar el libro "La gallina que cruzó la carretera 2" (si no en ese formato, si al menos la esencia de la historia)"

- El libro está terminado de escribir en el formato de la segunda parte. Tras enviarlo a nuestra editorial y decidir quer se quedaba fuera de catálogo por tratar más las emociones, comenzamos el envío a otras editoriales.

OBJETIVO3: "Conseguir un mayor peso como formador, aumentando las horas lectivas en las escuelas de negocios Formaselect, ESADE y San Pablo CEU y en la Universidad Camilo Jose Cela."

- Sorprendentemente ya tengo pactado el aumento de horas en Formaselect y en Camilo Jose Cela. Existe la previsión de San Pablo CEU. Aun no sé nada de ESADE.

OBJETIVO4: "Estudiar un Master o comenzar una nueva carrera."

- No he trabajado aun para este objetivo.

OBJETIVO5: "Poder desarrollarme dentro de una organización que me de cierta estabilidad mientras desarrollo los puntos anteriores."

- Estoy en negociación con una gran organización nacional. Pronto podré avanzar algo.


Parece que los objetivos no están tan lejos después de todo y que trabajando a un buen ritmo, podré conseguirlo.

Un abrazo a todas las personas que confían en ello.

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miércoles, 30 de enero de 2008

La tregua de los guionistas


Parece que finalmente la cordura se va abriendo paso.

Los guionistas en huelga de Hollywood han anunciado que garantizarán un "acuerdo interino" a los organizadores de los Premios Grammy, permitiendo que miembros del sindicato escriban el guión de la ceremonia de galardones musicales, que tendrá lugar el próximo 10 de febrero.

El Sindicato de Guionistas de Estados Unidos (WGA), que representa a unos 10.500 guionistas de cine y televisión en huelga, indicó la semana pasada que no haría piquetes frente a la gala de la música, así que el anuncio sobre el acuerdo asegura que el espectáculo contará con su formato tradicional.

"Los músicos profesionales se enfrentan a muchos de los mismos problemas que nosotros por una compensación justa por el empleo de su trabajo en los nuevos medios de comunicación", indicó en un comunicado el WGA, añadiendo que habían tomado la decisión "en interés de avanzar hacia nuestro objetivo de alcanzar un contrato justo".

La Academia de Grabaciones, que entrega los premios Grammy, ha dicho sentirse "complacida" de cerrar el trato. Los guionistas iniciaron en noviembre su huelga contra los grandes estudios de cine y televisión. La huelga ha obligado a que varias ceremonias de premios de Hollywood, incluyendo los Globos de Oro, se cancelaran o modificaran.

Espero que no sea sólo un espejismo.

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martes, 29 de enero de 2008

Los tacones de Oz




Hoy he terminado de escribir la increíble historia de los Tacones de Oz y he decidido dejar así constancia de ello.

Una historia que me ha tenido absorbido los ultimos meses por su complejidad, pero que sin duda que me ha dado ya muchos momentos felices.

Una historia en la que nos encontramos con los viejos personajes que creó Frank Baum, pasados por el prima de mi, en ocasiones absurda visión del mundo. Un relato lleno de emoción y de personajes entrañables. Una historia que nos retrotraerá cientos de recuerdos, nos dibujará una sonrisa y espero, que nos ayude a disfrutar un poco más de la vida.

Sólo puedo avanzarte que si crees que termina igual que el mago de Oz...aun no me conoces lo suficiente.

Espero que mi ilusión en este proyecto os envuelva y os ayude. Y que próximamente disfrutéis de su lectura. Gracias por vuestro apoyo.

Un abrazo a tod@s

lunes, 28 de enero de 2008

Consejos para un líder



Convertirse en lider requiere sacrificio, conocimiento, intuición…tiempo. Convertirse en lider es entender un proceso más que una palabra.

Atrévase: Sea descarado, hay que destrozar la ortodoxia, necesitamos más locos, estamos sobrados de prudencia, ésta nos ha secado el cerebro.

Sea más creativo: la creatividad no surge en un brainstorming sino en el debate, la controversia; el talento necesita libertad para ir al precipicio de los hechos.

Renuévate: Una de las claves para cualquier líder es la cambiarse a si mismo si quieres cambiar algo.

Escucha: Dirigir un equipo requiere escuchar.

Promueve el error: quien no se equivoca no hace nada; la excelencia es la gestión lúcida del error.

Procede: El momento cumbre de un líder es la acción; hasta que no actúas, no te conoces.

Aprende: Si la burocracia en la que estás envuelto no te permite aprender y seguir creciendo entonces no hay futuro…que el talento no se ahogue en la burocracia.

Promueve la energía: Que el optimismo sea tu guía.

Gestiona la inseguridad: No existe la seguridad, existe la sabiduría para gestionar la inseguridad.

Espero que al menos te haga reflexionar sobre como estás ejerciendo tu liderazgo...

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jueves, 24 de enero de 2008

Tu liderazgo a examen




¿Estás seguro de tu liderazgo? Bien, entonces te propongo una prueba: Puntúate de 1 a 10 en las siguientes competencias básicas del liderazgo y cuando termines continua leyendo el post. Si te consideras muy bueno puntúate con un 10, si medio bueno 5, si malo pues menos de 5. Como si del colegio se tratase.

Las competencias son:

1. Visión
2. Inspiración
3. Estrategia
4. Táctica
5. Enfoque
6. Persuasión
7. Empatía
8. Decisión
9. Ética
10. Abierto a comentarios

Bien, te has puntuado ya??

Vamos paso a paso explicando cada una de las competencias:

1. Visión: Un buen líder debe ser la visión, la imagen del futuro, el guía de la organización. Para mejorar la visión necesitas muchas ideas y gente que contribuya a desarrollarla.2. Inspiración: Tras crear la visión el líder debe ser el motor que genere la inercia para conseguir la visión. Los empleados de las grandes organizaciones deben ser apasionados de lo que hacen lo cual se traspasará a los clientes, inversores, proveedores, etc…

3. Estrategia: Los líderes estratégicos son directos y plantan cara a las fortalezas y debilidades de sus empresas, así como a sus oportunidades y amenazas. Ellos piensan en pescar los peces gordos y en una cala virgen donde poder generar ventajas competitivas pero además buscan alianzas en las que generar cientos de pescas.

4. Táctica: Los buenos líderes piensan en resultados, sienten los resultados, sueñan los resultados y por eso se concentran en la táctica. Ellos mejoran los hechos, cifras, números y datos. Se interesan por el ROI, ROE y EBIDTA. Si no están orientados a los números se rodean de talentos financieros.

5. Enfoque: Una vez establecidas visión y misión los buenos dirigentes logran lo propuesto antes de comenzar con nuevas iniciativas.

6. Persuasión: No son necesariamente buenos vendedores, los buenos líderes pueden aportar a los demás su punto de vista usando la lógica, el raciocinio, la emoción y la fuerza de su personalidad. Motivan a través de la persuasión más que por la intimidación. La clave está en hablar desde el corazón.

7. Empatía: Los buenos líderes se concentran en las personas. Pueden ser científicos, ingenieros o expertos técnicos pero reconocen que las habilidades interpersonales son primordiales. Ellos disponen de una elevada inteligencia emocional que mejora su empatía.

8. Decisión: Los buenos líderes toman decisiones rápidamente con datos incompletos. Roosevelt decía que “En todo momento lo que se puede hacer es tomar la decisión correcta, lo segundo mejor es equivocarse. Pero lo peor es no hacer nada. “

9. Ética: Los buenos líderes son directos y simples. Establecen las expectativas de forma clara y asignan responsables. Esto requiere ser directo y veraz lo que puede ser difícil pero se basa en un principio de liderazgo. Buenos líderes saben que es difícil de vencer la verdad.

10. Abierto a Comentarios: Los buenos líderes son proactivos en cuanto a la educación permanente. Buscan comentarios acerca de su rendimiento a través de conversaciones y herramientas de feedback de 360º. Buscan la mejora continua no solo en sus empresas sino en si mismos.

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martes, 22 de enero de 2008

SELECCIÓN BY DE FACE





Efectivamente. Selección por la cara.

Todos hemos escuchado en alguna ocasión que a alguien le han seleccionado por la cara. Vamos, por enchufe. Sin embargo en esta ocasión se trata de una selección, literalmente hablando, por la cara.

Así lo han aplicado en la empresa Bigmat. Han utilizado la morfopsicología como herramienta de selección para la mayoría de sus trabajadores. Y al parecer, les funciona. Un aumento del 30% de su facturación es la prueba palpable, según leo en el diario digital de El Mundo. Comparando el crecimiento de los últimos 4 años de las empresas del grupo Bigmat, observamos que éstas han crecido una media del 32% frente a un 97,3% de Bigmat.

El mérito de esta selección se debe a Julián Gabarre, un auténtico experto en el terreno de la morfopsicología.

Mediante una simple fotografía puede realizar un análisis de la personalidad del individuo y conocer de antemano si reúne las cualidades necesarias para desempeñar el puesto.

Algunos ejemplos de aplicaciones de la morfopsicología:


JEFE BUENO. Marco ancho y tónico: notable energía. Frente pequeña, pero ancha: inteligencia pragmática y concreta. Sabe gestionar la creatividad del equipo con autoridad.

JEFE MALO. Perfil inclinado «en piñón» con insuficiencia de mentón, lo que implica que es una persona de decisiones poco reflexionadas, con poca seguridad en sí mismo y muy indeciso.

EMPLEADO EFICAZ. Rostro ancho, tónico, frente diferenciada, sentidos pequeños y controlados: energía, método, capacidad de concentración, orden, control del gasto y poco hablador.

EMPLEADO CONFLICTIVO. Perfil inclinado, muy tónico y abollado con los sentidos muy protegidos: Comportamiento oscilatorio, suave unas veces y agresivo y explosivo otras.

EMPLEADO INDOLENTE. Rostro largo, estrecho y desplomado, junto a ojos y boca caídos. Se trata de una persona con poca energía. Además la escasa de la que dispone no está activada. Abúlico.


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lunes, 21 de enero de 2008

¿Vanidad o compromiso?




Cuántas veces la línea entre estos términos no está claramente marcada. Cuántas veces nos encontramos a alguien que por continuar con sus tareas o deberes de la mejor manera que sabe, se le confunde con una persona vanidosa. Pero a su vez, cuántos actos vanidosos se intentan enmascarar bajo el siempre bien visto valor del compromiso.

Me viene a la memoria una historia que me gustaría difundir. Es la historia de un gran mago y su terrible consecuencia final. ¿Vanidad o compromiso? ¿Qué le llevó hasta tan trágico final?

El amanecer de la más grande leyenda de la magia tuvo lugar en 24 de marzo de 1874. Ese día nació un hijo al doctor Samuel Weiss, un rabino de Budapest, Hungría. El niño fue llamado Ehrich Weiss. Este niño estaba destinado a asumir el nombre que él haría inmortal tan solo diecisiete años más tarde: Harry Houdini.

A los nueve años de edad, Ehrich huyó de casa. Se unió a un pequeño circo en su pueblo natal. A la edad de once años, trabajó como aprendiz de cerrajería. En abril de 1891, a los diecisiete años de edad sacrificó su empleo en una fábrica de corbatas y comenzó su carrera como ilusionista. Houdini logró la proeza de escapar de cuerdas atadas a su alrededor en cualquier forma imaginable. Llegó a tal grado de experiencia, que eventualmente ofreció una recompensa de 25 dólares a cualquiera que pudiera atarlo de manera que no pudiera escapar. Él nunca perdió un centavo. Fue durante este período que conoció a Beatrice Rahner. En julio de 1894, pidió prestado 2 dólares a su prometida para pagar su licencia de matrimonio y la Srita. Rahner se convirtió en Bessie Houdini.

Cuando se encontraba en Londres, sorprendió a los oficiales de Scotland Yard, liberándose de supuestas esposas "a prueba de escape". Prácticamente del día a la noche, se transformó de un modesto artista, que ganaba 18 dólares por semana, en una celebridad con honorarios de 1,800 dólares por semana.

A pesar de que Houdini ganó su reputación mundial como escapista, la magia estaba más cerca de su corazón. Fue en 1924 que combinó su trabajo en escapismo con la magia y las ilusiones. Viajó por los Estados Unidos presentando "The Houdini Mystery Show". Esto siguió hasta el 31 de octubre de 1926, cuando Houdini conoció su prematura muerte en Detroit, a la edad de 52 años. A Bessie, Houdini heredó la suma de 500,000 dólares y al mundo una colorida leyenda, matizada de emoción, valor y misterio.

EL CAPÍTULO FINAL

El telón final cayó para Houdini a la 1 a.m. del lunes 31 de octubre de 1926. El último acto de su vida había comenzado quince días antes cuando inició su temporada en el teatro Princess en Montreal. Su programa de dos funciones diarias incluía una conferencia sobre fenómenos psíquicos y espiritismo en la Universidad McGill. Después de la conferencia, los estudiantes presentaban sus respetos a Houdini, quien complacido con esto, invitaba a los estudiantes a visitarlo en el teatro.

La mañana del viernes un artista joven, acompañado de dos amigos saludó a Houdini. Uno de los amigos, una estrella del boxeo en la Universidad, preguntó si tendría el privilegio de golpear a Houdini en el abdomen. El estudiante quería convencerse de la fortaleza que Houdini proclamaba tener en su condición física. Houdini, quien se encontraba sentado, aceptó el reto. No había terminado de levantarse aún, cuando el joven golpeó su abdomen con todas sus fuerzas. Después del inesperado golpe, la cara de Houdini se puso blanca mientras hacía esfuerzos para respirar. Algunos minutos después, Houdini pidió al joven que lo golpeara nuevamente. Esta vez él estaba preparado para recibir el golpe. El estudiante lo golpeó una vez más y se encontró con un abdomen duro como un roble. Houdini había comprobado su fortaleza y el joven boxeador quedó ampliamente impresionado. Houdini no se dio cuenta, pero en la demostración de su fortaleza al joven estudiante, había sufrido la ruptura del apéndice, que se convirtió en el umbral de su reto final.

Al siguiente día, Houdini milagrosamente cumplió con sus presentaciones de la mañana y de la tarde, con las cuales concluía su temporada en Montreal. A pesar de que su condición empeoraba, abordó el tren hacia Detroit, donde tenía el compromiso de hacer una función en la noche del lunes 24 de octubre. Cuando arribó a Detroit, Houdini sufría de severa fiebre y continuos escalofríos. Su esposa Bess le suplicaba considerar la hospitalización, pero sus ruegos no eran escuchados. Al oír las noticias de que las localidades del teatro estaban agotadas, la atención médica era lo último que pasaba por la mente del artista. El público de esa noche vio la sonrisa cautivadora y sintió la grandiosidad en el hombre, pero difícilmente pudo darse cuenta de que él estaba muriendo. Mientras actuaba, la fatiga aumentaba y su agonía casi lo paralizaba. Esa fue su última actuación. Houdini se desmayó y fue llevado al hospital Grace, donde fue sometido a cirugía mayor de urgencia durante la mañana del siguiente día. Poco se pudo hacer para detener la inevitable consecuencia del engangrenado apéndice que el cirujano encontró.Siete días más tarde, Houdini dijo a su hermano Hardeen, "Estoy cansado de luchar. Creo que esta cosa me va a vencer." Houdini cerró sus ojos por última vez. Era la mañana del Halloween.

Houdini pudo haberse salvado y continuar con una exitosa carrera si hubiese prestado un poco más de atención a su salud. Quizá si la vanidad no le hubiese pesado tanto…¿O fue su compromiso?

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viernes, 18 de enero de 2008

¡Tierra trágame!




¿En alguna ocasión han tenido que hablar en público? ¿Dar un discurso, una conferencia, presentar un proyecto, brindar por los novios?
Conozco a muchas personas que la sola mención de tener que hablar en público ya les provoca cierto estado de pánico. En cierta medida, es comprensible.

Aún recuerdo mi primera clase, pero sobre todo, los días previos; la preparación, los nervios,.. Al final, no fue para tanto y en ello sigo.

Pero, en términos generales, ¿Por qué nos da miedo hablar en público?
Por lo desconocido.

Nos da miedo todo aquello que no conocemos. Pero cuando empezamos a conocer el proceso y el método para hablar y exponer, nuestros miedos empiezan a desvanecerse. La preparación será nuestro mejor aliado (Una buena improvisación requiere de muchas horas de preparación).
Conocer a nuestra audiencia, quiénes nos escucharán, cuál es su nivel de conocimientos.
Dónde realizaremos la presentación.
Qué medios utilizaremos.
Cuáles son las principales ideas que deseamos transmitir.
De cuanto tiempo disponemos.
Casos, ejemplos, anécdotas..
Mientras mejor preparados estemos más se reducen las posibilidades de error.
El público, como norma, no es nuestro enemigo. Es nuestro aliado.
Evite cualquier tipo de pensamiento negativo y céntrese en su presentación. En 15 años, aún no he tropezado en clase, ni me he caído, desmayado, ni nada de lo que inicialmente podríamos pensar como cosas negativas. Efectivamente, he tenido que improvisar, resolver problemas técnicos (proyectores..), públicos difíciles, pero nada que una buena preparación previa no pueda resolver.
Cuide su dicción, volumen y pronunciación y procure que su audiencia le entienda. A veces no se trata de que todo esté bien organizado y el discurso sea muy bonito; ello no sirve para nada si al final no le entienden.
En alguna que otra ocasión, estando yo como oyente, el orador ha conseguido ponerme nervioso. ¿Cómo? Pues simplemente, el orador estaba tan nervioso que lo transmitía a su audiencia. De la misma manera, un orador que transmite tranquilidad contagia tranquilidad.
Denemos documentarnos todo lo que podamos, aprender y leer sobre técnicas para hablar en público. Después, pongámolas en práctica.

No todas las personas tienen la oportunidad de dirigirse a un público. Aprovéchela.

jueves, 17 de enero de 2008

Comerse un Elefante




En los últimos días hay una par de dudas que me vienen a la cabeza y que me gustaría compartir con vosotros. Ayudado de un artículo de Antonio J. Alonso Sampedro, que reproduzco integramente a continuación, espero desarrollar correctamente y daros una nueva visión sobre algo que habitualmente nos erosiona nuestra moral.

¿Quién no ha pretendido, en algún momento de su vida, comerse un Elefante? ¿Y por que no ha podido? ¿Cuáles son las consecuencias de la presumible indigestión? ¿Volveremos a intentarlo?

La vida de las personas esta llena de deseos e ilusiones. Tantas como el largo de vista de cada cual. El ser humano se ha distinguido desde siempre por su afán de conseguir, de conquistar, de ambicionar. Y esto le ha hecho ocupar el lugar de preeminencia que, como especie, disfruta en la naturaleza.

Querer, soñar, ilusionar, desear, ambicionar, son motores del comportamiento humano que nos llevan a superarnos día tras día. Y esta superación se ampara en el mismo principio universal que guía los pasos de todos nosotros: la consecución de un beneficio o la evitación de una pérdida. No nos movemos sin una motivación.

La sociedad actual se maneja por condicionantes de adquisición. De adquisición de bienes materiales y también de inmateriales. Pero en todo caso por deseos de alcanzar, de conseguir. Pretender escapar a esto es vivir de espaldas al mundo que contemporáneamente nos ha tocado disfrutar.

Pues bien, si nos pasamos la mayor parte de nuestra vida “alcanzando” y “consiguiendo”, ¿por qué no logramos todo lo que deseamos?, ¿qué nos impide llegar hasta nuestros sueños?

En algunas ocasiones, la consecución de deseos vendrá determinada por nuestro mal tino al valorar nuestras propias capacidades y posibilidades. En otras, a factores externos a nuestra persona sobre los que podemos tener poca capacidad de actuación. Pero en la mayoría de los casos, solo existe un responsable: nosotros mismos.

Vereis, en mi experiencia profesional como Coach y tras interactuar con muchos y muy variados tipos de personas, he llegado a la siguiente conclusión: casi todos nosotros tenemos deseos y objetivos que queremos alcanzar en nuestra vida profesional y personal (destinos a los que llegar), pero muy pocos desarrollan el método para conseguirlos (elegir el camino).

La razón de todo ello estriba en nuestra cierta “miopía mental” a la hora de resolver los problemas y alcanzar nuestros objetivos. Los abordamos a todos por igual, como si su complejidad no fuera suficiente para un tratamiento diferenciado. Los analizamos a todos de forma mental.

Pero debemos considerar que la mente humana no es capaz de afrontar mas de tres secuencias de actuación enlazadas entre si. De esta forma, mentalmente somos capaces de resolver los objetivos sencillos (aquellos que solo precisan de dos o tres pasos de actuación), pero nunca los complejos.

Y cuales son esos objetivos complejos: LOS ELEFANTES. Esa manada que gira constantemente a su alrededor y que le abruma quitándole la luz y el aire para respirar.

Nadie duda de la imposibilidad de comerse un Elefante en tres trozos. Pues ese es el método que utilizamos normalmente al resolver nuestros conflictos complejos. Aplicar el mismo método a todas las situaciones no parece una estrategia muy afortunada. ¿Alguien afirmaría que para elegir nueva vivienda debe hacer lo mismo que para colgar un cuadro en la pared? Sin duda el primer objetivo requerirá un plan de actuación mucho más complejo que el segundo. Plan de actuación que no es sencillo formular mentalmente.

Por tanto, la mejor forma de comerse un Elefante es cortarlo en tantos filetes como sean necesarios para poder digerirlo y sin importarnos su número. En la mayoría de las ocasiones, tratamos de “atajar camino” en la resolución de nuestros problemas reduciendo el número de nuestras actuaciones. De esta manera sólo conseguimos construir escaleras de dos o tres peldaños para subir al piso de arriba. Y una escalera con tres escalones de un metro no hay quien la suba. Si nuestro objetivo final es comernos al Elefante, no importarán los días que precisemos.

En conclusión os diré que, el secreto para la consecución de nuestros objetivos y deseos, no es otro que la fragmentación en tareas menores que sean alcanzables fácilmente una por una. El secreto de subir un piso no es otro que la utilización de una escalera cuyos pequeños peldaños faciliten la ascensión.

El arte del Éxito Profesional y Personal que practican muchas personas triunfadoras en todo el mundo consiste en “dividir para vencer”. Dividir los problemas para conseguir su más fácil resolución. El arte del Éxito no es otro que conseguir ser capaz de diseñar nuestras propias escaleras para que nos conduzcan hasta el cielo de nuestros deseos.

Y eso sólo lo conseguiremos a partir de la Planificación Creativa, de la que hablaré en otra oportunidad.

miércoles, 16 de enero de 2008

Más allá del Arco Iris




Como sabeis, en estos momentos me encuentro sumergido en este fantástico relato, creando un libro que en los próximos meses llegará a las tiendas y espero, a vuestros corazones. Ayudado de un artículo de Krista Walochik, intentaré que se vean las lecciones de “coaching” implícitas en El Mago de Oz. Mi obra no va por un camino tan técnico. Es por ello que ahora, me gustaría dejar constancia de este trabajo.

A estas alturas, cuando se han cumplido más de 100 años de la primera edición de El Mago de Oz, de L. Frank Baum (mayo de 1900) y 61 años de la película de la Warner, que Judy Garland interpretó con 16 años, la historia y sus personajes siguen más vivos que nunca y confieso que me siguen inspirando la más profunda simpatía.

Siempre se ha hablado y escrito mucho sobre el significado que hay detrás del maravilloso cuento: ¿es un viaje fantástico en busca de algo más allá de la fantasía? ¿Es la búsqueda de la inteligencia, de la pasión y del valor, o la búsqueda de la verdad en sí misma?

De las muchas interpretaciones, me viene a la mente una muy relacionada con el “coaching” y el liderazgo en el mundo empresarial, que puede hacernos reflexionar a los que trabajamos en el mundo de los recursos humanos.

Para aquellos que no conozcan el guión, de forma simplificada: la pequeña Dorothy y su perro Totó son llevados por una tormenta desde su casa de Kansas a un país fantástico más allá del Arco Iris, en una de cuyas ciudades (Esmeralda) vive el famoso y poderoso Mago de Oz. Dorothy, perseguida por una bruja y deseosa de volver a su casa, encuentra a tres deliciosos personajes y todos juntos emprenden la búsqueda del Mago convencidos de que les podrá resolver sus preocupaciones.

El Espantapájaros de Paja es una criatura deliciosa que reconoce no tener criterio y cambiar de opinión a cada momento. No cumple la misión para la que fue creado ya que no asusta a los pájaros que se comen el trigo, y vive temeroso de las cerillas que pueden quemarle.

Está convencido de que todos sus males se remediarían si consiguiera un cerebro y por ello se une a Dorothy en busca del Mago, ya que éste puede proporcionárselo. “Si tuviera un cerebro, sería tan listo como Lincoln” dice, y argumenta que “como no sabe pensar, no puede mandar”.

El encantador Hombre de Hojalata tiene dos problemas. Primero, hay que ponerle aceite continuamente pues se oxida con mucha facilidad y se inmoviliza. Segundo, se encuentra vacío y añora un corazón que le haga tierno y sentimental. Viaja con Dorothy y el Espantapájaros en busca del Mago confiando en que éste le proporcione el corazón deseado.

El león es, quizás, la figura más simpática del trío. Es un fanfarrón y amenaza con luchar y vencer a todos, incluso, “con la pata atada a la cola o los ojos cerrados”. Cuando recibe una bofetada de Dorothy, por atacar a su perro Totó, muestra su verdadero semblante de tímido cobardón que tiene miedo hasta de sí mismo. Se une al grupo esperando que el Mago pueda procurarle el valor que no cree tener.

El campo de amapolas que hay antes de la Ciudad Esmeralda y que la Bruja envenena para que Dorothy y sus amigos se duerman, es un reflejo de lo acuciante del día a día en el entorno profesional, que no permite nos reflexionar sobre lo importante y trascendental.

Muchas empresas y profesionales están “dormidos” en el quehacer diario como para plantearse revisar su estrategia de recursos humanos y sacar el máximo provecho de las personas.

El Mago de Oz es una especie de rey de Ciudad Esmeralda y actúa como un alguien engolado y creído (“yo soy yo; el grande y poderoso Mago de Oz”), como muchos directivos que quieren a todo trance marcar cuantas más distancias mejor con sus subordinados. Cuando Dorothy y sus amigos descubren que no es más que un simpático viejete que utiliza un sistema de megafonía y efectos especiales para parecer mucho más importante de lo que es, cambia de actitud y se hace más accesible y sencillo con todos.

Lamentablemente, la mayoría de los directivos como el primer Mago de Oz no dejan oportunidad a sus colaboradores y subordinados de descubrirles como personas naturales y sencillas con las que se puede hablar e intercambiar opiniones.

Por alguna razón equivocada creen que deben mantener una distancia insalvable con ellos y rodearse de ostentación. Todo esto no va sino en perjuicio suyo pues les priva de una comunicación más estrecha con su gente, lo que beneficiaría a todos y a la propia empresa más que nadie.

Una vez que el Mago se ha convertido en accesible para todos, ¿cómo ayuda a Dorothy y a sus amigos? Demostrando su potencial como “Coach”.

El Mago, que en la primera entrevista con ellos ya ha conocido sus peticiones les ha encomendado una misión (traerle la varita de la Bruja) para evaluar su cometido. Como un buen líder, el Mago les comunica una visión clara (por qué deben hacerlo), articula una dirección precisa (qué y cómo deben hacerlo), fomenta la comunicación entre ellos, les motiva, inspira y agradece su trabajo.

¿Cómo lo hace? Actuando también como un cualificado líder y “coach”.

¿Y a Dorothy? ¿Cómo le puede ayudar a volver a Kansas? Muy fácil. Ella misma puede hacerlo cuando quiera. De hecho no necesitaba la ayuda de nadie porque siempre había tenido el poder de hacerlo, pero ….- y aquí está la gran lección y el impagable trabajo del “coach” – “necesitabas aprenderlo por ti misma”.

Es decir, el “coach” no sólo debe enseñar a alguien a hacer algo. Su trabajo es más complejo que eso. El “coach” tiene que tener la habilidad de lograr que su “pupilo” aprenda por sí mismo a hacerlo.

El Mago Coach dirige, guía, apoya y delega en Dorothy y sus amigos. Consigue que cumplan el objetivo que se les había marcado y como reconocimiento les dice que todos eran mejores de lo que creían ser y que así lo han demostrado.

Al Espantapájaros le dice que tiene ya un cerebrito pero que sus ideas son un poco confusas. Un “Diploma en Eruditología” le va a ayudar a clarificarlas y a tomar mejor sus decisiones. Es decir, su apoyo es muy positivo y esperanzador; “eres mejor de lo que piensas, lo único que tienes que hacer es creerlo y estar convencido de ello”.

Una Medalla al Valor por el ánimo demostrado en el rescate de su amiga Dorothy, transforma al León. No era un cobarde y tenía valor, pero también necesitaba que una voz amiga se lo confirmara. Con la medalla a partir de ahora ni él dudará de su valentía.

Para el Hombre de Hojalata hay un reloj con forma de corazón, que a partir de ahora estará colgado en su pecho. No creas, le dice el Mago, que lo importante es que sepas querer con ese corazón. Es mucho más importante hacerte querer por los demás.

El Mago les enseña la importancia del equilibrio, de la verdad, de la confianza y de la doble dirección que debe existir en la comunicación.

Como buen “coach” el Mago anima al grupo a que acometan la acción de hacerse con la varita de la bruja por sí mismos en el convencimiento de que, conseguirlo, les va a dar seguridad en sí mismos y se librarán de sus complejos. La meta es impulsar la iniciativa delegando funciones o apoyando sus propios proyectos, aun sabiendo que quizás no los consigan.

El fracaso no debe existir para el coach sino que, al contrario, debe consentirse. Desarrollar a los demás implica abrir nuevos caminos y conseguir la varita es un trabajo largo plagado de errores, de intentos, de búsquedas, que, de no producirse, seguramente no revelarían la dirección correcta.

Dorothy y sus amigos son animados y motivados a acometer la misión que se les pide y el hacerlo les aporta una experiencia y una seguridad suficientes para liberarse de sus fobias. Claro que no hacía falta el diploma, ni la medalla, ni el reloj, pues por el hecho de haber triunfado en su misión ya se sienten lo suficientemente fuertes como para acometer cualquier aventura.

Más allá del Arco Iris a lo mejor hay un tipo de empresas que valoran tanto a las personas que trabajan en ellas que creen que cualquier esfuerzo para desarrollarlas, personal y profesionalmente, siempre merecerá la pena. Gracias, Mago, Dorothy, Espantapájaros, Hombre de Hojalata y León, por enseñárnoslo. Gracias L. Frank Baum por tu maravilloso cuento y gracias Warner y Judy por la espléndida película

lunes, 14 de enero de 2008

Do ut des en el prado de las estrellas




El viernes tuve el privilegio de asistir a la presentación en sociedad de la película de Mario Camus “El prado de las estrellas”. Lejos de los efectos especiales y de las grandes superproducciones, esta es sin duda una historia muy personal e intima del director.

"El prado de las estrellas" es una historia de personajes, pero también una historia de historias, donde se entrecruzan aspiraciones y sufrimientos.

El protagonista es Álvaro de Luna, un habitual de nuestro cine que sigue en plena forma gracias al estreno de "Teresa, el cuerpo de Cristo" o "¿Y tú quién eres?". Junto a él, jóvenes promesas como el debutante Óscar Abad o los televisivos Marián Aguilera (Los Hombres de Paco) y Rodolfo Sancho (MIR). Completan el reparto otros ilustres como Manuel Alexandre (Elsa y Fred), Antonio de la Torre (Azuloscurocasinegro) y Mary González (Historias del Kronen). Álvaro de Luna y Óscar Abad han sido nominados al Goya como mejor actor y mejor actor revelación.

Sin embargo voy a permitirme alejarme un poco de la crítica habitual y hablar de algo que sin duda es lo que más y mejor me transmite la película. El viernes pasado, en el post sobre los guionistas, escribía casi profético las palabras latinas “do ut des”. Algo que ha causado mucha expectación entre varios lectores habituales de este blog.

La expresión simboliza una forma de ver la vida, un sentimiento global de generosidad real. Dar para recibir. Es incontestable la capacidad del ser humano en convertirse en un extraño ser avaricioso y huraño. Contra eso no podemos luchar, o al menos no nosotros. Debemos sin embargo, generar un intercambio rico y limpio. Sin esperar nada a cambio. Ofrezco mis gestos de amistad, simplemente porque eso me hace feliz a mí también.

En la película, unas personas se ofrecen a ayudar a un joven simplemente por que si éste alcanza el éxito, ellos recuperarán la felicidad. Podíamos hablar y estrujar mucho más esta situación y hablar de la confianza, del compromiso adquirido, de la figura del coach deportivo, pero hoy no. Hoy quedémonos con un aspecto menos técnico y más humano. Quedémonos con la sensación de la colaboración mutua. Con el dar para recibir.

A todos nos gusta sentirnos respaldados, apoyado y motivados. Sin embargo nos cuesta mucho hacer lo propio con nuestros semejantes, simplemente por el hecho de hacerlo. Sin dar consejos, sin querer solucionar el problema. Eso no ayuda a la otra persona. Simplemente debemos demostrar que estamos ahí. Y que ese apoyo lo otorgamos sin ningún otro motivo que el ser felices.

Cuando se establece esa relación con alguien, sabes que algo ha cambiado. Y por muchos kilómetros que os separen, nunca viajas solo. Siempre tendrás un compañero en el camino para superar los malos momentos y reírte de los buenos.

Y puede que esas personas avariciosas o hurañas se aprovechen en algún momento de tu capacidad generosa. Pero creeme si te digo, que esas personas son solo baches en el camino que sin lugar a dudas, dejarás atrás. Muy atrás.


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viernes, 11 de enero de 2008

Sin nada que decir




La gente que me conoce sabe que soy un amante del cine. Y los que me conocen bien saben que mi mayor pasión por las historias me las suele ofrecer la pequeña pantalla.
Soy un apasionado de las series de ficción.

Desde pequeño, series como Cheers o el Equipo A despertaron algo en mi interior que a padecido de insomnio desde entonces. El testigo lo recogieron series como Expediente X, Misterio para tres o Twin Peaks llenándo mi cabeza con increíbles historias llenas de fantasía y de intriga. En la actualidad, Perdidos, Anatomía de Grey, House, Los Soprano o Boston Legal me tienen entregado. Sin embargo, algo que despertó hace ya veinte años está a punto de caer en los brazos de Morfeo.

El sindicato de guionistas de cine y televisión de EE UU (WGA) ha iniciado una huelga indefinida que dura ya más de dos meses, decisión que ha provocado la paralización de gran parte de los rodajes de la industria cinematográfica de Hollywood ya que más de 12.000 guionistas están afiliados al WGA.

El origen de esta huelga, la primera que tiene lugar en 20 años, está en una disputa con los productores sobre sus ganancias por la venta de los DVDs de las series de televisión y por los pagos por los programas que se ofrecen en Internet, en los teléfonos móviles y otros tipos de nuevos medios tecnológicos.

Los productores rechazan las demandas de los escritores ya que, según ellos, son inviables. Los analistas advirtieron de que cualquier tipo de huelga podría perjudicar severamente la producción de la industria. "Todo el mundo sabe lo que cuesta un DVD y que un guionista obtiene entre cuatro a cinco centavos por la venta del DVD", declaró el pasado mes en la noche el guionista Bryce Zabel. "Lo que estamos pidiendo son ocho (centavos), y ellos dicen que eso es vergonzoso", según el escritor.

Vergonzoso y ridículo. Las grandes compañías televisivas como la FOX, ABC o NBC están perdiendo sumas de dinero que, según un estudio de los escritores y avalado por la WPAEU, podrían haber respaldado la propuesta durante los próximos cinco años.

Sin embargo, el problema es que las productoras no quieren ceder porque alegan que si lo hacen, los músicos serán los siguientes y uno a uno, todos los gremios partícipes de un proyecto de esas magnitudes reclamarán parte de los beneficios.

En una época en la que el mercado está cambiando y que posturas como la de Radiohead con su último disco (lo sacó gratis por Internet y ahora es numero uno en las listas tradicionales de ventas) demuestran que ambas opciones son compatibles. En una época en la que la industria debería fortalecerse en la unión de sus trabajadores para ser un equipo preparado para superar los problemas de una competencia feroz.

Esa misma actitud la vivimos cada día en cientos de nuestras empresas. Directivos que están dispuestos a renunciar al producto o a un éxito global si ellos tienen que renunciar a una pequeña porción de su éxito particular. Todos deberíamos mirar por el bien común y por el entendimiento. Sin poner trabas. Do ut des.

Espero que igual que dichos directivos poco a poco van cambiando su actitud, los productores corrijan su postura y pronto se llegue a un entendimiento para satisfacción de los millones de espectadores que ahora nos limitamos a ver como cientos de artistas se han quedado sin nada que decir.

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jueves, 10 de enero de 2008

Superando las tres normas





Randall "Rand" Peltzer, un modesto inventor de cuestionable éxito vive en la ficticia comunidad de Kingston Falls y viaja a Chinatown en Nueva York para vender sus inventos y comprar un regalo para su hijo Billy.

Finalmente compra en la pequeña tienda de un anciano chino una criatura llamada mogwai (que significa en Cantonés "espíritu maligno"). El dueño de la tienda no quería vender el animal pero su nieto se lo vende en secreto a Rand. Aunque la criatura tiene un aspecto inocente, el nieto del dueño advierte a Rand que debe respetar algunas precauciones:

- El mogwai no soporta las luces brillantes y no debe recibir luz del Sol, que lo mataría.

- Nunca debe mojarse al mogwai.

- Y lo más importante, nunca se debe alimentar al mogwai después de la media noche.

Rand llama a la criatura "Gizmo" y se lo regala a su hijo. Este descubre que la criatura es muy inteligente y todo parece ir bien hasta que un amigo de Billy derrama agua sobre Gizmo, lo que provoca que salgan unas bolas peludas del animal. De estas bolas nacerán nuevos mogwai. Los nuevos mogwai resultan ser más agresivos que Gizmo y están liderados por Stripe, uno de ellos que lleva un mechón de pelo blanco.

Los nuevos mogwai engañan a Billy para que les de de comer después de media noche. Tras la ingesta de alimento las criaturas forman una forma de crisálidas de la que resurgen convertidos en unos monstruos de aspecto reptiliano llamados gremlin.

La verdad es que esta es sin duda una de las películas de mi niñez. Me encantaba ver a los gremlins e imaginarme que realmente podían existir. Lo que nunca se me pasó por la cabeza es que años más tarde descubriría que todos tenemos uno en nuestro interior deseando salir para armarla ahí fuera.

Todos tenemos unas normas, unas líneas básicas de actuación o unos parámetros que debemos cumplir. Todos conocemos los límites de los que nos rodean y sabemos qué temas o que operaciones no debemos llevar a cabo si no queremos que nuestros compañeros se transformen en gremlins. Sin embargo, ¿conocemos las nuestras? Y si las conocemos, ¿las hacemos entender a los demás?

Muchas personas no pueden hablar de política, otras de futbol, algunas de sus relaciones personales y otras más simples, no pueden hablar del futuro empresarial de su compañía sin alterarse. La mayoría conocemos nuestros “puntos de quiebre” pero no los hacemos públicos porque sabemos que con ello nos exponemos. Pero ¿no seríamos más libres sin tener que ocultar nuestras tres normas? Al fin y al cabo, tenemos más posibilidades de que algún compañero saque uno de esos temas por accidente que premeditadamente.

Pero ese sería sólo el primer paso, es decir, reconocer lo que nos hace daño y una vez analizado, comunicárselo a nuestra gente de confianza para evitar que saquemos nuestro mechón blanco. A partir de ahí queda un importante proceso para ir investigando el por qué eso nos hace tanto daño y nos irrita. Trabajándolo día a día para finalmente superarlo.

En el mercado hay estupendos profesionales del coaching personal que pueden ayudarnos a todos en este proceso, alejado de objetivos empresariales, cuentas de resultados o rentabilidades semestrales. Simplemente un trabajo para nosotros, para ser mejores, más tolerantes y más felices.

Desde aquí quiero felicitar a todos mis compañeros que ejercen como coaches personales. Hacéis un trabajo excelente. Los que nos dedicamos más al mundo empresarial y al liderazgo a veces olvidamos que si no fuese por vosotros, nos encontraríamos a muchos más gremlins en las empresas y en la sociedad.
Y aunque como siempre digo, el cliente debe confiar en las personas formadas y preparadas, debemos también desarrollar un poco de corporativismo y apoyar a los verdaderos profesionales que hacen grande esta potente herramienta de la que en definitiva vivimos.

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miércoles, 9 de enero de 2008

La confianza en John Mc Clane




John McClane (Bruce Willis) es un policía de Nueva York que visita a su esposa en Los Ángeles. Ella se encuentra en una fiesta de su empresa con numerosos invitados y McClane va a verla allí. Mientras él se está cambiando de ropa llega al edificio un grupo de terroristas que toman a los invitados como rehenes. McClane es la única persona cuya presencia los terroristas desconocen. Comienza una lucha a muerte entre los terroristas y el solitario policía.

Supongo que con esos datos, cualquiera sabe que estoy hablando de “La jungla de cristal”. Esa es la grandeza de las películas de Hollywood. Apenas unos datos y recuerdas a un personaje o una historia durante años. Y si de ahí eres capaz de visionar una enseñanza, ésta permanecerá en tu memoria para siempre. Pero centrémonos en esta película y su personaje protagonista y dejemos la visión global del cine, ya suficientemente tratada en mi libro “Dirige de cine”

Cuando apenas hace unos meses que la cuarta entrega de esta saga acaba de abandonar las carteleras de todo el mundo, me permito retomar esta cinta para hablar de un matiz de la confianza en el líder.

Es evidente que la confianza en el líder se basa en varios aspectos importantes como la comunicación, la autoridad, el reconocimiento de habilidades o el carisma. Pero existe un valor que ejemplifica a la perfección John Mc Clane. El líder debe ser el primero en actuar, en exponerse, o dicho en otras palabras “en romperse la cara”.

Hasta que Bruce Willis interpretó ese papel, los héroes de las películas eran casi hombres indestructibles, sin problemas físicos ni emocionales (podemos recordar a un James Bond sin despeinarse o saliendo del agua con el frac impoluto). Y esta película iba por el mismo camino ya que se ideó como segunda parte de la taquillera “Comando” de Arnold Schwarzenegger. Un héroe que podía con todo, que le dañaban la pata a su perro y el mataba a toda una familia, destrozaba media ciudad y ligaba con la chica más guapa del lugar.

John personificaba un nuevo líder. Cercano, directo, identificable, en definitiva más humano. Pero lo más importante de todo, era una persona que se ponía el traje de faena (en su caso una camiseta sudada) y era el primero en enfrentarse a los imprevistos. Podía esperar a que la policía solucionase el ataque, que la tormenta pasase o que llegaran refuerzos, sin embargo, él se ponía a la acción.

Esta no es una actitud muy normal en muchos de nuestros líderes, escondiéndose siempre detrás de su equipo o incluso obligando que sean ellos quien se enfrenten a los problemas para salvar su status. Esa opción sin duda les resguardará de la tormenta, pero deberían darse cuenta de que hace mucho frío en una cueva.

Un líder debe ser decidido, firme y un hombre de acción. Debe generar confianza y demostrar a su gente que él puede estar al frente del equipo. Debe comunicar, tener las habilidades necesarias y debe, por encima de todo, alejarse de los laureles y acercarse al fragor de la batalle con sus compañeros. Como John Mc Clane.

martes, 8 de enero de 2008

El coach del Rey





Elvis Aaron Presley lo tuvo todo en la palma de su mano, pero no voy a hablar de su éxito. A pesar de su muerte, Elvis sigue vendiendo discos y actualmente ha superado la cifra de los 1000 millones de discos vendidos. Pero no voy hablar de eso tampoco.

No voy a hablar de su dura infancia en Tupelo, ni de sus primeras grabaciones en Sun Records. No escribiré sobre Heartbreak Hotel, con la que consiguió su primer número uno, ni de sus siguientes dieciocho temas que coronaron todas las listas. Ni de su servicio militar, ni de la creación del fenómeno “fan”, ni de sus innumerables apariciones en la televisión o en el cine.

Y no voy a hablar de ello porque está claro que Elvis es el Rey. Mucho se ha dicho o escrito acerca de ello así que no soy yo precisamente la fuente más informada para aportar nada de valor al respecto.

Sin embargo sí me gustaría escribir sobre una cosa. Elvis necesitaba un coach.

Evidentemente Elvis estaba en la cima, había conseguido modificar el mercado y liderarlo. Algo al alcance de muy pocos visionarios como IKEA, Microsoft o Cocacola. Reconoció sus virtudes, se preparó y desarrolló sus habilidades, vio un hueco en el mercado y con un estilo valiente se hizo con su público. Poco podía él soñar en que esa fisura en el mercado se convertiría finalmente en la gran industria musical que años después se convertiría.

Sin embargo, los reyes también caen y las empresas lo saben. Numerosas han sido las empresas a lo largo de los últimos años han muerto de éxito. Y la mayoría lo hacen por que se vuelven cómodas, por que no creen que haya llegado el momento del cambio, por que no han sabido evolucionar.

Cuentan que Elvis no entendía cómo podía triunfar la música Pop. Cuentan incluso que intentó en su famosa reunión con Nixon, prohibir la entrada a EEUU a los Beatles. No supo evolucionar. Millones de personas le aclamaban y aunque podía ser fiel a su estilo e innovar prefirió un estilo más conservador y duro. Esa evolución era posible, sólo hay que ver que la remezcla del tema “A Little Less Conversation” por JXL realizada en 2002 vendió más de diez millones de copias, sin embargo él no supo verlo.

Y ahí es donde se marca el punto de inflexión donde la entrada de un coach podía haber cambiado su destino. No le hacía falta habilidades ni presencia. Legiones de fans y fondo económico le sustentaban, sin embargo, necesitó a alguien que le reencuadrase, que le hiciese darse cuenta de la importancia de la adaptabilidad. Alguien con quien dejar fluir su estrategia, alguien que le hiciese de espejo. Como siempre digo, un coach no tiene la varita mágica para hacerte conseguir lo que quieras, pero sí te ayuda y espolea para que lo consigas como nunca otro profesional podría hacerlo.

ZARA lo hizo con la creación de nuevos productos, Microsoft se ha adentrado en la tecnología online e incluso en la batalla MP3. Kodak está fabricando cámaras de gran calidad abandonando el papel que tantas ganancias le brindó en el pasado… Evolucionaron.

Por desgracia Elvis no tuvo un coach y en los setenta, la opulencia, su codicia y su prepotencia le llevó a unos excesos que finalmente, el 16 de Agosto de 1977 alrededor del medio día, Elvis es encontrado inconsciente en el baño de su habitación, es trasladado urgentemente al hospital Baptist Memorial en Memphis, y poco tiempo después es declarado muerto.

Cientos son las empresas que han conseguido situarse y hacerse con el mercado y cientos son las que podrían desaparecer en los próximos años. La lección la aprendimos con el más grande y por eso, las empresas más innovadoras, las que apuestan por la calidad, el desarrollo y el futuro cuentas cada vez más con coaches para sus empleados.

Ahora mira tu modelo de vida y de negocio, ¿Dónde te encuentras? ¿Estás en Tupelo? ¿Has aparecido ya en el Show de Ed Sullivan? Si es así, felicidades. Pero acepta una recomendación si acabas de publicar el “Elvis is back” o estás disfrutando de inmejorables escenas en Hawai, busca un coach que te ayude a analizar tu situación real y ayúdate a conseguir nuevas metas, nuevas ilusiones. Eso podrá reorientarte, buscar nuevas fisuras en el mercado y seguramente, con trabajo y perseverancia, volverte a colocar en un liderazgo futuro que te habrás ganado a pulso.

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